El "síndrome de las piernas inquietas" es una afección muy molesta de origen neurológico que provoca inquietud en los miembros inferiores y, por tanto, la necesidad continua de mover una o ambas piernas.
Esta afección afecta principalmente a las mujeres, pero su manifestación física no siempre es regular. En consecuencia, es algo realmente muy difícil de diagnosticar.
El trastorno suele aparecer por la tarde, cuando el paciente intenta conciliar el sueño, y también puede ocurrir por la noche. Afortunadamente, existen métodos y terapias para mantener este síndrome bajo control.
El "síndrome de las piernas inquietas" es una afección muy molesta de origen neurológico que provoca inquietud en los miembros inferiores y, por tanto, la necesidad continua de mover una o ambas piernas.
Esta afección afecta principalmente a las mujeres, pero su manifestación física no siempre es regular. En consecuencia, es algo realmente muy difícil de diagnosticar, sobre todo si la sintomatología es leve pero suficiente para crear molestias e incomodidad.
El problema se produce también y sobre todo por la tarde, cuando el sujeto intenta conciliar el sueño, y también puede ocurrir a altas horas de la noche. Lara Fratticci Humanitas El Dr. , neurólogo de , trata de explicar las razones: "La necesidad de mover las piernas para aliviarse tiende a agravarse por la tarde y por la noche debido a una reducción fisiológica vespertina de los niveles de dopamina, reducción que es aún más significativa en quienes padecen este trastorno. Las personas que sufren este síndrome también suelen padecer insomnio".
Se entiende que la forma primaria es un síndrome de tipo familiar o idiopático, lo que significa que se desconoce la causa. Con menor frecuencia, el "síndrome de las piernas inquietas" presenta una forma secundaria, es decir, asociada a otras enfermedades, trastornos o afecciones, como insuficiencia renal, diabetes de tipo 2, neuropatías periféricas y similares.
El diagnóstico de este síndrome es muy sencillo y se realiza mediante un examen neurológico normal, sin necesidad de pruebas instrumentales. Si se puede encontrar la causa del trastorno, se intenta intervenir directamente.
El primer curso de acción para el "síndrome de las piernas inquietas" es la terapia farmacológica, basada en fármacos antiepilépticos, hipnóticos, opiáceos y agentes dopaminérgicos. Normalmente, se utiliza la clase de los agonistas de los receptores dopaminérgicos no ergolínicos.
Cuidar la higiene del sueño es importante para combatir el "síndrome de las piernas inquietas". Algunos consejos útiles pueden ser: darse un baño o una ducha caliente antes de acostarse; reducir el consumo de cafeína o bebidas alcohólicas que interfieren con el sueño; realizar una actividad relajante antes de acostarse (leer, por ejemplo); masajearse las piernas a fondo una vez en la cama. Si los síntomas aparecen durante la noche, levántese y dé un paseo por la casa, sin insistir en quedarse en la cama.