En primer lugar, conviene saber reconocer los síntomas clásicos de un metabolismo lento.
Quienes lo padecen suelen tener dificultades para perder los kilos de más aunque sigan una dieta de hierro, sufren (a veces) depresión o ansiedad, tienen antojos persistentes de carbohidratos o azúcar, tienen problemas de hipertensión, colesterol alto, fatiga crónica, migrañas y acné.
Entonces, ¿qué se puede hacer para estimular el metabolismo? Una de las mejores formas de estimularlo es hacer más ejercicio. Intenta, en particular, estimular tu tejido magro.
Una de las mejores formas de estimularlo es hacer más ejercicio. Intente, en particular, estimular su tejido magro. "Cuanto más tejido magro tenga, más calorías quemará, por eso las personas fuertes queman más calorías simplemente sentadas", explica el Dr. Marc Hellerstein, profesor de nutrición humana de la Universidad de California en Berkeley y profesor de endocrinología, metabolismo y nutrición de la Universidad de California en San Francisco.
La fibra crea un microbioma sano y tiene un fuerte impacto en la salud metabólica del organismo y en la inflamación general. Alimentos como las semillas de chía, las semillas de lino, las alubias, las lentejas y los aguacates son ricos en fibra, al igual que muchas frutas y verduras.
Pueden favorecer la inflamación del organismo y provocar problemas como cardiopatías, cáncer, Alzheimer y demencia.
De este modo, evitas que el azúcar se deposite en tus músculos.
Duerme bien y al menos entre siete y nueve horas por noche.
Un sueño prolongado y de calidad puede contrarrestar el estrés y acelerar el metabolismo.
Estar al aire libre "indica al cerebro qué hora del día es y pone en marcha en el organismo señales genéticas y hormonales que regulan adecuadamente el metabolismo", explica la Dr. Casey Means, cofundadora y chief medical officer de Levels Health en Portland, Oregon.