La celiaquía es una enfermedad autoinflamatoria permanente que se desencadena en quienes ingieren gluten y están genéticamente predispuestos.
Los celíacos, al ingerir gluten, desencadenan una respuesta inmunitaria que genera una inflamación crónica que, a su vez, daña el tejido intestinal y provoca la desaparición de las vellosidades intestinales, esenciales para la absorción de nutrientes.
Si no se diagnostica a tiempo, la celiaquía puede acarrear graves consecuencias para la salud, a menudo irreversibles. (fuente: epicentro.iss.it)
La celiaquía es una enfermedad autoinflamatoria permanente que se desencadena en quienes ingieren gluten y están genéticamente predispuestos. Los celíacos, al ingerir gluten, desencadenan una respuesta inmunitaria que genera una inflamación crónica que, a su vez, daña el tejido intestinal y provoca la desaparición de las vellosidades intestinales, esenciales para la absorción de nutrientes. Si no se diagnostica a tiempo, la celiaquía puede acarrear graves consecuencias para la salud, a menudo irreversibles. (fuente: epicentro.iss.it)
La enfermedad celíaca puede tener un origen genético (predisposición) o presentar factores desencadenantes cuya verdadera naturaleza aún se desconoce. Las hipótesis que se barajan actualmente son ciertas infecciones víricas y la cantidad de gluten introducida durante el destete, que podrían desempeñar un papel. Sin embargo, no existen datos definitivos al respecto.
Los síntomas de la enfermedad celíaca pueden ser muy variables, ya que están relacionados con la gravedad de la enfermedad y los órganos y sistemas del cuerpo afectados. En la forma clásica de la enfermedad celíaca, los principales síntomas pueden ser hinchazón abdominal, pérdida de peso, diarrea, malabsorción intestinal y retraso del crecimiento (en niños).
Los síntomas de la enfermedad celíaca atípica pueden ser mucho más variados. Los principales incluyen cansancio, fatiga, caída del cabello, dolor abdominal recurrente, pérdida de peso sin causa, úlceras y lesiones recurrentes en la boca, trastornos del ciclo menstrual, reducción de la masa ósea, hormigueo y entumecimiento en las extremidades, vómitos, estatura reducida y trastornos del embarazo.
Cuando la enfermedad celíaca no se diagnostica y trata a tiempo, puede tener graves consecuencias para la salud. Entre las enfermedades que pueden desarrollarse, las principales son el linfoma y el adenocarcinoma, la enfermedad celíaca refractaria y el esprúe colagénico. Los celíacos también tienden a desarrollar con más frecuencia enfermedades autoinmunes como lupus eritematoso sistémico, diabetes de tipo 1, vasculitis, tiroides autoinmune y hepatitis.