SALUD
Dormir plácidamente: cómo elegir la mejor almohada para noches perfectas
Junto con el colchón y el estado de ánimo, la almohada desempeña un papel muy importante en nuestras noches. Tener una almohada equivocada, que no nos proporcione el apoyo que necesitamos, puede no permitirnos descansar correctamente.
Esto repercute negativamente en nuestra salud, haciendo que nos despertemos de mal humor o con dolores por todo el cuerpo que empeoran nuestra calidad de vida. Por ello, elegir la almohada adecuada es crucial para un correcto descanso. Pero, ¿cómo estar seguro de haber elegido bien?
Esta breve guía le proporcionará información útil a la hora de elegir su nueva almohada. Esperamos que le resulte tan útil como a nosotros.
El grosor y la dureza son cruciales
Tener una almohada demasiado dura o demasiado blanda nunca es bueno: en el primer caso la cabeza se hunde demasiado, en el segundo crea tensiones a nivel cervical. El grosor también es crucial: es mejor evitar una almohada demasiado baja, ya que no puede soportar la curva entre la cabeza y el cuello, pero un modelo demasiado alto tampoco es bueno, ya que corre el riesgo de empujar la barbilla hacia abajo, ejerciendo una presión negativa sobre el cuello.
Los materiales y formas adecuados
Además de los modelos clásicos, también es bueno revisar almohadas con formas anatómicas que puedan acomodarse a nuestra conformación y aliviar la tensión muscular. En cuanto a los materiales, además de las clásicas plumas, fíjate en las de látex, pero también en los productos fabricados con memory foam, que pueden adaptarse a nuestra conformación específica.
Los que duermen en posición supina
Para quienes duermen boca abajo, lo ideal es tener una almohada no demasiado gruesa, pero capaz de sostener el cuello y los hombros. En este caso, lo ideal es una almohada de plumas o memory foam. También hay modelos especiales con inserciones de gel.
El que duerme boca abajo
En este caso, la almohada debe ser muy baja, y la textura debe ser blanda y suave. De lo contrario, no dormirás bien y también corres el riesgo de sufrir problemas de cuello y espalda.
El que duerme de lado
A quienes les gusta dormir en esta posición necesitan una almohada más alta y dura para evitar que la cabeza se hunda y cree posiciones antinaturales durante la noche. La almohada, en esencia, debe contener la distancia que existe entre los hombros y el cuello, perfeccionando la alineación entre la columna cervical y la columna dorsolumbar.
Para los que sufren dolor de cuello
Hoy en día, existe la posibilidad de fabricar almohadas específicas para quienes sufren inflamación cervical. Para los que siguen confiando en el mercado, la forma anatómica es sin duda la mejor, ya que ofrece una ergonomía perfecta y permite la alineación correcta entre la cabeza y la columna vertebral. Los modelos fabricados en memory foam son la opción más adecuada en cuanto a materiales.
Para alérgicos
Muchas personas de todo el mundo sufren alergia a los ácaros del polvo, lo que puede afectar en gran medida a la calidad del sueño, provocando, por ejemplo, apnea del sueño. En este caso, es aconsejable optar por soluciones de látex natural. Una solución aún mejor sería adquirir una funda de almohada hipoalergénica especial, que resuelve el problema de raíz.