Donanemab es el nuevo medicamento contra el Alzheimer que se anuncia como un verdadero avance en la lucha contra la enfermedad, al tener el mérito de ralentizar el deterioro cognitivo que provoca.
Si se toma en las primeras fases de la enfermedad, el fármaco sería capaz de eliminar una proteína que se acumula en el cerebro de las personas que la padecen. Lo que hay que aclarar, sin embargo, es que el donanemab no es un fármaco que cure el Alzheimer, sino que sólo ayuda a ralentizar sus síntomas degenerativos.
Según los estudios actuales, parece que el fármaco fue capaz de ralentizar el ritmo de la enfermedad en aproximadamente un tercio, permitiendo a las personas beneficiarse de más tiempo para vivir su vida cotidiana al máximo.
Donanemab es el nuevo medicamento contra el Alzheimer que se anuncia como un verdadero avance en la lucha contra la enfermedad, al tener el mérito de ralentizar el deterioro cognitivo que provoca. Si se toma en las primeras fases de la enfermedad, el fármaco sería capaz de eliminar una proteína que se acumula en el cerebro de las personas que la padecen.
Lo que hay que dejar claro, sin embargo, es que el donanemab no es un fármaco que cure el Alzheimer, sino que sólo ayuda a ralentizar sus síntomas degenerativos. Según los estudios actuales, parece que el fármaco ha sido capaz de ralentizar el ritmo de la enfermedad en aproximadamente un tercio, lo que permite a las personas beneficiarse de más tiempo para vivir su vida cotidiana al máximo.
Entre las más de 1.700 personas que participaron en el estudio experimental, con edades comprendidas entre los 60 y los 85 años, se obtuvieron los siguientes resultados tras 18 meses de tratamiento: en algunos pacientes el fármaco parece haber tenido un beneficio significativo, el ritmo de la enfermedad se ralentizó entre un 20% y un 30% en general y entre un 30% y un 40% en los pacientes que, según los investigadores, tenían más probabilidades de responder, y al menos la mitad de los pacientes pudieron dejar de tomar el fármaco al cabo de un año porque se habían eliminado suficientes depósitos cerebrales.
Sin embargo, a pesar de los alentadores resultados, el fármaco no está exento de efectos secundarios. Algunos pacientes presentaron inflamación cerebral, que en la mayoría de los casos se resolvió sin causar síntomas. No obstante, los pacientes deben estar atentos a cualquier efecto secundario importante.
Según los investigadores, los efectos de este nuevo fármaco pueden ser modestos, pero al mismo tiempo podría aportar una respuesta más sobre si eliminar el amiloide del cerebro podría ayudar a cambiar el curso del Alzheimer. Y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida de los afectados.