La Sociedad Italiana de Neurología ha hecho públicos los datos de una serie de estudios científicos que demostrarían que descansar por la tarde tiene beneficios para la salud humana. Anteriormente, un estudio de la Universidad Northwestern había puesto de relieve cómo las altas temperaturas incitan a las personas a dormir más durante el día.
Según los conocimientos actuales, dormir por la tarde proporcionaría una mayor protección contra sucesos como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, pero también insuficiencias cardíacas. Eso sí, siempre que la "siesta" no dure más de media hora.
En cambio, si el descanso vespertino dura más de media hora, podría producirse el efecto contrario, favoreciendo el deterioro del rendimiento cognitivo.
La Sociedad Italiana de Neurología ha hecho públicos los datos de una serie de estudios científicos que demostrarían que descansar por la tarde tiene beneficios para la salud humana. Anteriormente, un estudio de la Universidad Northwestern había puesto de relieve cómo las altas temperaturas incitan a las personas a dormir más durante el día. Según los conocimientos actuales, dormir por la tarde proporcionaría una mayor protección contra sucesos como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, pero también insuficiencias cardíacas. Eso sí, siempre que la "siesta" no dure más de media hora. En cambio, si el descanso vespertino dura más de media hora, podría producirse el efecto contrario, favoreciendo el deterioro del rendimiento cognitivo.
Según los datos actuales, dormir por la tarde es beneficioso si la siesta dura entre 5 y 15 minutos. Estos beneficios se prolongan hasta 1/3 de hora después de dormir.
Según un estudio realizado por el "Centro de Medicina Genómica" de Boston y el "Instituto Broad" de Cambridge, existe una predisposición genética a las siestas vespertinas que se asocia simultáneamente a un mayor desarrollo cerebral y a un menor riesgo de padecer Alzheimer.
Según los investigadores, las siestas vespertinas regulares proporcionarían cierta protección contra los fenómenos neurodegenerativos porque compensarían la falta de sueño nocturno.
Según los investigadores, teniendo en cuenta que el descenso general del volumen total del cerebro se sitúa entre el 0,2 y el 0,5 por ciento al año, los hallazgos recientes podrían indicar que quienes duermen habitualmente por la tarde podrían beneficiarse de entre 2,6 y 6,5 años menos de envejecimiento cerebral.